Ruta helada por las Islas Baleares: un recorrido gourmet para este verano

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  • De frutas, en crema, con especias y sin olvidar los sabores de siempre, el verano en las Islas Baleares también incluye una ruta por los principales santuarios del helado artesano. A los clásicos, se suma la apuesta de muchos establecimientos por innovar y traspasar los límites del sabor.

 

 

Aunque cada local mantiene su secreto propio de elaboración y sus sabores estrella, hay un denominador común entre todas las heladerías de Baleares: la elaboración tradicional heredada generación tras generación. Mallorca, Menorca Ibiza y Formentera pueden presumir de haber conquistado a los fundadores de las heladerías más famosas de las islas, que en muchos casos llegaron de otras zonas de la península para quedarse. Hoy, los sabores de toda la vida conviven con elaboraciones a base de los productos propios de la isla, como el trampó o los helados de AOVE.

 

Mallorca

 

A pesar de que en el local original ni siquiera había opción para sentarse, Can Miquel fue siempre una de las heladerías más visitadas desde 1979. Ese año Miguel Solivellas y su mujer Apolonia Vallori fundaron uno de los locales del helado con más encanto de Mallorca, apostando por aunar tienda y fábrica en un mismo lugar. De este modo, el cliente que entra en Can Miquel se adentra en el ambiente 100% familiar que ofrece su producto recién elaborado. Hoy, Teresa Solivells, hija de Miguel y Apolonia, su marido Juan Emilio y sus hijos regentan esta heladería de producto 100% natural, sin conservantes ni colorantes. Helados marca Mallorca, de crema a partir de leche fresca de granja, de frutas de la isla como los higos chumbos o los higos coll de dama… Los sabores de Can Miquel son toda una paleta que abarca otras variedades más exclusivas, como la menta, el romero o la albahaca infusionadas. Caqui, granada y hasta 15 variedades de chocolate (incluso mezclado con pimienta) son otra opciones para quien visita Can Miquel, que ha incorporado a su carta su helado de trampó, de gambas de Sòller o de queso mahonés.

 

Sin salir de Palma (Plaza de Cort) nos encontramos otro de los puntos imperdibles dentro del helado de mallorquín. Desde 1994, Sa Fábrica de Gelats, también elabora helados sin grasas vegetales ni conservantes con su característica cremosidad que ha hecho famosos a los helados de este local. Sin embargo el núcleo de este local se encuentra en el pueblo de Sóller, donde cuenta con dos establecimientos, uno en el mismo pueblo y otro en el puerto. Más de 40 sabores reciben al visitante en esta tienda, entre ellos, el famoso helado de naranja de Sóller.

 

Can Joan de S Aigó

 

Pero hablar de helados y especialidades dulces en Mallorca también supone pasar por Can Joan de S´Aigo, uno de los hornos artesanos más conocidos dentro de las guías turísticas. Aunque son las ensaimadas las que lo han hecho tan conocido, sus helados artesanos comparten con este dulce la calidad y el cuidado en la elaboración. De vainilla, avellana, chocolate, fresones o cava, este rincón artesano respira Mallorca durante todo el proceso de elaboración de sus productos.

 

Menorca

 

En el puerto de Ciutadella y en su local de la plaza de la catedral se ubica Sa Gelatería, la única que elabora el helado figat (a base de mermelada de higos menorquines) y el de mora abatzer de la isla. Eduard Eroles y Maria Jesús Martín abrieron este local en 1982, seleccionando los ingredientes naturales de Menorca como la miel, el queso, la leche fresca de vaca o los productos mencionados anteriormente. La inquietud por abrir la carta de productos a las nuevas tendencias llevó a sus dueños a incorporar el helado de yogur con cerezas amarena italianas o con naranjas amargas mallorquinas a su variada selección donde la calidad es la base de otras creaciones como el chocolate guanaja con naranja, el helado de menta salpicada, el limón con menta, el helado de canela, piñones y pistacho o el tropical con piña, coco y maracuyá natural. La guinda de la carta es sin duda el gin con limonada, producto estrella de Menorca.

 

Turronero

 

Desde Jijona llegaron a Mahón en 1894 los fundadores de Turronero, para echar en Menorca las raíces de una familia dedicada a la elaboración de helados, horchatas y granizados en verano, y turrones en Navidad. Poco a poco se fueron expandiendo por toda la isla y pronto ampliaron su carta de productos a ensaimadas y licores.

Hoy, los nietos y bisnietos de la familia siguen regentando este local situado en la calle del Ángel en Menorca, donde se elaboran todos los productos salvo el turrón, que sigue elaborándose en Jijona por la otra rama de la familia.

Este es un pequeño recorrido por los rincones imprescindibles del verano balear.

 

Ibiza

 

El dulce de leche de Argentina, el pistacho, los chocolates o el banana Split son los sabores más elogiados por los fieles a Viccio, la heladería italiana que desde hace seis años se ubica en la ibicenca calle San Carles de Peralta.

Productos naturales, Ibiza kilómetro 0 componen la materia prima de esta heladería que recientemente fue seleccionada por el blog El Comidista como una de las emjores 12 de España.

Naranja, limón o sandía, productos cultivados en Ibiza conviven con el chocolate francés, los frutos secos italianos y la oferta vegana y sin azúcares que completa la oferta de Viccio.

 

Entre sus últimos visitantes, el mismo Bon Jovi, que aprovechó una visita a la isla blanca para degustar uno de sus locales gastronómicos imprescindibles.

 

Formentera

 

En el pueblo de Sant Francesc, la familia Ferrari se ha dedicado durante cinco generaciones a la leche. Domenico, el abuelo, fabricante de leche y quesero abrió este local con el objetivo de que la pureza del producto se mantuviera durante todo el proceso de elaboración. Hoy, La Mukkeria es todo un ejemplo de recetas transmitidas de generación en generación, de un lugar donde el ambiente rural impregna cada detalle de este local.

 

En el puerto de La Savina encontramos La Geckolateria, un lugar donde el helado con sabor a mar o a hierbas ibicencas traspasan la frontera de los sabores tradicionales. Más de cien sabores que se completan con bollería y pastelería artesana, en horario que va desde la mañana hasta bien entrada la noche.

 

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